Bebidas

buscar

sábado, 4 de enero de 2014

Vinos y espumantes seducen a los consumidores brasileños

Brasil aumentó en la última década la producción e importación de vino y espumantes, mostrando que el país donde reinan la cerveza y la "caipirinha” también busca a Dionisio para calmar la sed.
El consumo de vino sigue siendo muy bajo en Brasil en relación a otros países de la región, con 1,9 litros per cápita al año, lejos de los 60 litros anuales de cerveza y de los 20 litros de cachaza, el destilado de caña de azúcar que es la materia prima de las famosas "caipirinhas”.
"Pero el consumo de vino sí está aumentando. Ahora se bebe no sólo en época de fiestas, sino durante todo el año. Y no sólo un sencillo vino de mesa, sino de mayor calidad”, asegura Andreia Gentilini, directora de promoción del Instituto Brasileño del Vino (Ibravin).
Este organismo, encargado del fomento de los mostos nacionales, entre los que se destacan sobre todo aquellos blancos y espumantes, espera que en 2016 el consumo de vino llegue a 2,6 litros per cápita.
"La mayor competencia del vino es la cerveza, pero esa diferencia la vemos como una gran oportunidad, un gran potencial para el aumento del consumo del vino en Brasil”, afirma Gentilini a la agencia AFP.
En 2004, Brasil importó 39,1 millones de litros de vino y espumantes, una cifra que fue subiendo hasta 79,5 millones en 2012.
Los vinos llegaron principalmente de Chile, Argentina, Italia, Francia y Portugal.
La producción nacional de vinos de mayor calidad -concentrada en el estado sureño de Río Grande do Sul- aumentó de 94,83 millones de litros en 2004 a 173,55 millones en 2013. La producción de vinos más simples, en cambio, cayó en ese mismo periodo de 313 millones a 197.
"El consumidor está buscando productos de mayor calidad”, afirma Gentilini, mencionando sobre todo los vinos importados de Argentina y Chile.
"Los brasileños nunca viajaron tanto como ahora y eso influye en su manera de consumir, incluso bebidas”, comenta Andreia Gentilini.
Mercado para el vino
Entre los espumantes, las cifras son favorables para los locales: por cada 20 botellas consumidas en el país, 15 son brasileñas, según Ibravin.
En Sao Paolo, la capital económica de Brasil, hay señales de un nuevo mercado para el vino: se han abierto varios wine bars (bares de vino), hay más tiendas especializadas en barrios ricos como Jardins o Itaim y los supermercados ampliaron su oferta.
El ingeniero Marco Perugini, de 40 años, recorre una tienda especializada en Sao Paolo y dice que su romance con el vino comenzó hace poco, gracias a un amigo.
"Acá en Brasil bebemos sobre todo cerveza, pero hace dos años comencé a comprar vino, aprendí sobre el tema y ahora me encanta”, comentó.

El problema, dice este paulista, es el precio de los vinos importados: "He ido a España o Chile y allá los vinos se venden mucho más barato. Aquí son demasiado caros”.

Vinos en Brasil
Informe La consultora británica Wine Intelligence, una de las más prestigiosas del mercado, señaló en un reciente reporte que "los brasileños están bebiendo vino como nunca antes”. Sin embargo, advirtió sobre los impuestos "muy altos” sobre el vino en este país.
Promoción Vitivinicultores y comerciantes brasileños acordaron fomentar los mostos locales con medidas como más espacio en las góndolas de los supermercados.
Gobierno Diversas unidades vinculadas con la promoción económica trabajan en la difusión de los vinos brasileños alentando el consumo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario