DETRÁS DE CASA REAL | ESTÁ LA FASCINANTE HISTORIA DE UNA FAMILIA QUE COMENZÓ A ESCRIBIR SU DESTINO CON LA SIEMBRA DEL PRIMER PLANTÍN HACE CASI CUATRO DÉCADAS. HOY, SINGANI CASA REAL, EXPANDE SU CORONA A DISTINTOS RINCONES DEL PLANETA, SEDUCIENDO CON EL ENCANTO ÚNICO DE SU ESENCIA AROMÁTICA.
Hay historias que deben ser contadas, historias que se inmortalizan pasando de generación en generación hasta convertirse en leyenda. Hay también historias que nos inspiran, que nos recuerdan que el verdadero éxito se encuentra en la pasión por lo que hacemos y creemos, los valores que nos guían, el trabajo y la dedicación. La historia de la familia Granier y su Singani Casa Real reúne estos componentes.
Todo comenzó hace casi cuatro décadas cuando Luis Granier Ballivián plantó el primer parral en Santa Ana, Tarija. Lo que él soñaba era hacer un gran vino, pero logró mucho más que eso: unir a su familia alrededor de una pasión, el arte de la vid, sembrando y cosechando el éxito de su empresa y trascendiendo en el tiempo y espacio. Hoy, la cuarta generación de los Granier, bajo el mando de Luis Pablo Granier Castellanos, logra llevar Casa Real, con la marca “Singani 63”, a los paladares más exigentes y lugares exclusivos de Nueva York, donde es reconocido por su alta calidad y pureza.
“Don Lucho”, como muchos lo llamaban, siguió la pasión de su suegro, Don Julio Ortiz Linares, y junto a sus hijos, Fernando y Luis Granier Ortiz, sembró los primeros plantines y trajo desde Cinti (donde Julio Ortiz Linares empezó la primera operación de destilación en 1925), los primeros alambiques que hoy adornan, cual testigos silenciosos de esta linda historia, las modernas instalaciones de Casa Real, rememorando los primeros pasos de la empresa.
Hoy las instalaciones en Santa Ana tienen la última tecnología: un moderno sistema de riego a goteo y sofisticada maquinaria, entre la que se destacan alambiques de cobre traídos desde Cognac, Francia.
UN ARTE QUE TRASCIENDE EN EL TIEMPO
Luis Pablo Granier C., nieto de Don Lucho y actual Gerente General de Singani Casa Real y Campos de Solana, cuenta que creció entre vendimias, barricas y, lo que es más importante, al amparo del ejemplo de su abuelo.
“Desde pequeño quedé encantado con el trabajo en los viñedos y la producción de vinos y singanis. He crecido alrededor de historias de vendimias y el ejemplo de mi abuelo, de mi padre y de mi tío. Es increíble el legado que han dejado y la trascendencia que ha tenido su trabajo en la gente”, asegura Granier.
Como heredero y responsable de este gran legado, Luis Pablo es consciente de su gran responsabilidad no solo hacia su familia sino hacia los trabajadores y su región.
“Estoy feliz de trabajar en algo que creo que puede tener impacto en la vida de la gente”, dice, para añadir que “está comprobado que una hectárea de plantación de uva, saca a una familia de la extrema pobreza”.
“Por ello, el trabajo de cada uno en este rubro es clave para el progreso de la región”, dice. Bajo su tutela, la empresa productora de vinos y singanis, abrió un nuevo y fascinante capítulo en la historia de Singani Casa Real: llevar su producto al mundo.
UN DIRECTOR DE HOLLYWOOD, SE ENAMORA DEL SINGANI
Recientemente Casa Real ingresó al mercado norteamericano con la marca “Singani 63”, que ya ha comenzado a posicionarse como una de las mejores bebidas destiladas de uva del mundo y que hoy se puede encontrar en los lugares más exclusivos de Nueva York (entre ellos el afamado Hotel Mandarin Oriental). Asimismo y desde hace poco, se comercializa en California en volúmenes exclusivos pero gozando de una excelente respuesta por parte de los consumidores.
La historia detrás de la creación de Singani 63 se dio gracias a esas perfectas coincidencias que ocurren muy raras veces en la vida, y que llevan a algo inesperado: el flechazo entre el director de cine norteamericano Steven Soderbergh y Singani Casa Real, que se dio en la filmación del biopic ‘Che’ el año 2008. El conocido director (ganador del premio Oscar por su película Traffic), quedó literalmente enganchado con el singani.
“El enamoramiento de Steven Soderbergh con el singani Casa Real es una historia singular: al finalizar la filmación de su película “Che”, durante la fiesta de despedida, nuestro afamado director boliviano, Rodrigo Bellot, se le acercó y le ofreció la bebida insignia de nuestro país. En este caso, un Casa Real. Lo tomaron con hielo solo y rodajas de limón. Como cuenta Steven Soderbergh, su sorpresa fue inmediata porque encontró la bebida que tanto buscaba. El Sr. Soderbergh es un empedernido buscador de la excelencia no sólo en las obras que realiza sino en productos que en su parecer siguen esa línea. A partir de ese momento se hicieron las gestiones correspondientes y tiempo después tuvo lo que quería: tomar un “Singani 63” con su círculo de amigos en Hollywood”, cuenta Luis Pablo G.
En una entrevista con K&L Wine Merchants (EE.UU.), Soderbergh relata su experiencia y ‘amor a primer sorbo’ con singani Casa Real.
“Tuve suerte toda mi vida. Soy terriblemente afortunado. Es como si hubiera tenido una conexión extraña y coincidente, que matemáticamente era astronómicamente remota: estuve en el lugar adecuado, en el momento adecuado y conocí a la persona que necesitaba conocer”, dijo.
Lo demás es historia. El deseo de Steven Soderbergh de llevar esta bebida a Estados Unidos se hizo realidad, con un producto hecho a su medida que, elaborado para él por Casa Real (par del premiado “Gran Singani”), lleva en su etiqueta el número 63, año de su nacimiento.
ORGULLO BOLIVIANO
Está claro que el destino jugó sus mejores cartas, y que la ‘suerte’, como dice el director de cine, fue un factor para el éxito de Singani 63 en la exterior. Pero más allá de este encuentro fortuito entre Soderbergh y el singani, el hecho de que Casa Real esté en los mercados más exigentes, deslumbrando a expertos, aficionados, bartenders y sibaritas en general, se debe sin duda alguna a la historia detrás de esta gran empresa y su compromiso con la elaboración de una bebida de la más alta calidad.
“Este hecho no sólo es muy importante para la empresa sino para el sector”, asegura Luis Pablo; “no sólo por lo económico sino por la fuerza del mensaje que se está comunicando. A veces es necesario que alguien de afuera venga a hacernos ver los valores que tenemos en casa y que muchas veces no apreciamos. La historia de Soderbergh es increíble pero también lo es el respaldo de décadas de arduo trabajo en la búsqueda de la más alta calidad”.
El impacto de la exportación de Casa Real a EE.UU. con la marca Singani 63, puede ser además muy beneficioso para el sector.
“Creemos en nuestro producto y entendemos que debemos tomarnos de las manos para llevar el singani al mundo. El mensaje ahora es que necesitamos apoyo gubernamental”, concluye Luis Pablo.
Bondades
DE UN PRODUCTO ÚNICO
Conocido por su carácter aromático y frutal, el singani captura de manera brillante la esencia expresiva de la uva moscatel de Alejandría. ¿El resultado? Un destilado aromático, cristalino, puro y elegante que despierta pasiones.
“El singani es una bebida espirituosa genuinamente boliviana y se la viene elaborando de manera tradicional desde hace más de 400 años. No se puede replicar el singani en ninguna otra parte. Contamos con la vitivinicultura más alta del mundo (arriba de los 1.850 msnm), la cual influye en el microclima en el que se desarrollan nuestras vides. La moscatel de Alejandría, única variedad de la cual se elabora el singani, ha encontrado su hogar perfecto en nuestro terruño boliviano y es gracias a esto que las características que aporta después al singani son únicas. La uva de moscatel de Alejandría no se comporta de esta manera en otro lugar. Además, nuestros métodos de destilación aportan a darle a nuestros productos la mayor calidad”, asegura Luis Pablo.
Singani Casa Real ganó el premio mundial al mejor destilado del mundo en el concurso del Vinalies CataD’ Or el 2009, y el año pasado, en el concurso Ultimate Spirits Challenge, ganó el primer lugar en la categoría Grape Brandy. El jurado, conformado por bartenders de primera línea y productores de bebidas, lo elogió y calificó como ‘altamente recomendable’.
El singani boliviano goza hoy en día de Denominación de Origen otorgada por la ley boliviana, que además lo declara Patrimonio Cultural.
Singani
EN HOLLYWOOD
“Singani 63” hace su ‘debut’ en el filme “Gone Girl” (Perdida), la última película de David Fincher (Director de Fight Club, Seven, The Social Network). En el thriller se ve al actor y protagonista Ben Affleck tomando un “Singani 63”. Por primera vez un producto boliviano está en Hollywood, una oportunidad extraordinaria para nuestro singani.
UNA PRÓSPERA INDUSTRIA
Desde el primer alambique hasta la posibilidad de degustar un singani ‘en las rocas’ en un bar de NY, hay una cadena de cientos de personas comprometidas.
“Ambas bodegas (Casa Real y Campos de Solana), generan 110 fuentes de trabajo directas y más de 800 indirectas. Es importante entender que la cadena de uvas, vinos y singanis es una de las más productivas del país con alta generación de empleo directo e indirecto”, asegura Luis Pablo.
Por otra parte, el enoturismo gana cada vez mayor espacio gracias a la industria de la vid en Tarija. Actualmente la bodega tiene una capacidad de casi 5 millones de litros y cada año las instalaciones en Santa Ana producen un millón ochocientas mil botellas de singani y cuarenta mil botellas de vino.
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