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domingo, 16 de noviembre de 2014

Vino Portugués a la conquista del mundo

AUNQUE LA REPUTACIÓN VINÍCOLA DE PORTUGAL ESTUVO LIMITADA DURANTE MUCHO TIEMPO AL VINO DE OPORTO | EN LOS ÚLTIMOS AÑOS SUS CALDOS SE ESTÁN HACIENDO UN HUECO EN LAS PRINCIPALES LISTAS INTERNACIONALES, AUPADOS POR SU FUERTE PERSONALIDAD, SU DIVERSIDAD Y SU GRAN RELACIÓN CALIDAD-PRECIO.

Cuenta la leyenda que el dios Baco, para agradecer la hospitalidad recibida en una de sus visitas a Lusitania, encargó a una centuria romana que plantase unas cuantas viñas en el valle del río Dao e iniciar así a los lusitanos en el arte del vino.

El valle del Dao, situado en el centro de lo que en la actualidad es Portugal, es ahora una de las principales regiones vitivinícolas de un país que cuenta con una larga tradición en este arte, pero que pocas veces es reconocido por ello.

Lejos de la fama de la que gozan Francia, España e Italia por su producción de caldos, la reputación vinícola de Portugal estuvo limitada durante mucho tiempo al vino de Oporto.

En los últimos años, los vinos portugueses están consiguiendo hacerse un hueco en las principales listas internacionales. Personalidad, buen precio y diversidad de castas que se cultivan en los viñedos lusos, son sus mejores activos.



SÉPTIMO PAÍS DEL MUNDO EN VIDES

"Portugal tiene todas las condiciones para producir vinos que marquen la diferencia. Cada vez hay más consumidores en todo el mundo que buscan caldos con carácter y personalidad, y eso puede ser una importante ventaja competitiva", explica Luis Ramos, periodista especializado y director de la portuguesa "Revista de Vinhos".

Una opinión que comparte Nuno Vale, director de márketing de ViniPortugal, la entidad encargada de promocionar los vinos lusos.

"Nuestros vinos son genuinamente portugueses, con carácter y personalidad, pues huyeron de la estandarización mundial de los últimos años. Portugal tiene la mayor densidad mundial de castas nativas y una diversidad de suelos y climas singular para un país tan pequeño", asegura Vale.

A pesar de su tamaño, Portugal es el séptimo país del mundo con más campos dedicados al cultivo de la viña, alrededor de 239.000 hectáreas, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino.

En los valles de la ribera sur del Miño, al noroeste del país, se cultiva una tipología única en el mundo: el vino verde.

Muy aromático, ligero y con poco alcohol, la singularidad de este vino, que no es verde a pesar de su denominación, ha hecho de él el segundo caldo portugués más exportado.

El primer lugar en esta lista lo ocupa, sin lugar a dudas, el vino de Oporto que se cultiva en los valles del Duero, una región reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

También es Patrimonio de la Humanidad el paisaje vinícola de la isla del Pico, en las islas Azores, donde se produce un vino licoroso blanco que se cultiva en terrenos muy pedregosos, protegidos de los fuertes vientos por cercas de piedra.

En total, Portugal cuenta con más de una decena de regiones vitivinícolas, que contribuyen a la gran riqueza de su producción.

"Lo que importa es potenciar Portugal como país vinícola, en especial sus regiones. Muchas veces olvidamos que somos un país europeo y no un país del Nuevo Mundo", asegura Luis Ramos, de "Revista do Vinhos".

En 2010 se creó la marca "Wines of Portugal", que fomenta la promoción del vino portugués a través de un sinfín de iniciativas, como ferias y eventos, pruebas y degustaciones e, incluso, promocionando viajes a Portugal para conocer las diferentes regiones vitivinícolas.

El sector turístico se está aprovechando del reconocimiento que va adquiriendo el caldo portugués, y por ello Turismo de Portugal y ViniPortugal firmaron este año un acuerdo para potenciar la formación en el arte vinícola en las escuelas de turismo del país.



CIFRAS DE UN GRAN NEGOCIO

"El vino es un elemento importante de un cierto modo de vida, urbano y cosmopolita. Es una tendencia y va de la mano del turismo y la gastronomía. Una oferta integrada es una propuesta de valor muy fuerte para el consumidor", señala Nuno Vale, de ViniPortugal.

Y de cara al exterior, el vino de Oporto tiene un papel muy importante en este proceso.

"La oferta de enoturismo en Portugal es cada vez más diversificada. El prestigio es tan fuerte que grandes nombres de la arquitectura ya diseñan bodegas y centros de enoturismo", explica el presidente del Instituto de los Vinos del Duero y de Oporto (IVDP), Manuel de Novaes Cabral.

Las cifras demuestran que el esfuerzo está dando sus frutos y el vino luso conquista cada vez más paladares en todo el mundo.

"Entre 2009 y 2013, la promoción del vino portugués en terceros países (fuera de la Unión Europea) produjo un beneficio de 102 millones de dólares en la exportación a esos territorios. Por cada euro invertido se generaron 2,7 euros en ventas", explica el presidente del Instituto del Vino y la Viña (IVV) luso, Frederico Falcão.

Los viñedos portugueses produjeron 6,7 millones de hectolitros de vino en 2013, de los que se exportaron alrededor del 45 %.

El valor de las exportaciones de los vinos portugueses aumentó en 2013 un 2,4 %, hasta alcanzar los 923.000 millones de dólares, según datos del IVV.

Este crecimiento se produjo a pesar de que el volumen de las exportaciones se contrajo un 9,6 %, una reducción que fue compensada por una subida del 13,3 % en el precio medio, que alcanzó los 2,37 euros (3,01 dólares) por litro.

La escalada de precios se ha acentuado en el último año. Solo en los seis primeros meses de 2014 el importe medio pagado por otros países para importar vino portugués ha aumentado más de un 15 % respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.



EL VALOR DEL VINO DE OPORTO

En el IVV saben, no obstante, que estas subidas no pueden durar para siempre: "El objetivo es conseguir crecimientos de precio sostenidos para posicionar a los vinos portugueses como un producto de excelencia con una buena relación calidad-precio", dice Falcão.

"El vino de Oporto es, sin duda, un gran embajador de Portugal. En 2013, representó el 44 % de las exportaciones portuguesas de vinos y el 68 % de las de vinos con denominación de origen", apunta Manuel Nogaes Cabral, del Instituto del Vino de Oporto.

La Europa comunitaria se mantiene como el principal destino del vino portugués, al acaparar el 54 % del volumen exportado, aunque el país que más importa los caldos lusos es Angola, a donde va a parar una quinta parte.

"Angola habla portugués, aprecia a los portugueses y, sobre todo, tiene una cultura del vino. Allí el vino está en la mesa, forma parte de la 'cesta' de alimentos, independientemente del estrato social", cuenta Luis Ramos, de "Revista dos Vinhos".

Además de en los números, el reconocimiento que está consiguiendo el vino luso, incluso con los paladares más exigentes, también se refleja en los galardones que recibe, más de 3.200 a nivel internacional en 2013, según ViniPortugal.

Según el director de márketing de esta asociación, Nuno Vale, "los críticos internacionales han sido grandes entusiastas de los vinos portugueses, y asistimos a un incremento del interés editorial sobre nuestros caldos".

Un buen ejemplo de ello puede encontrarse en la revista especializada estadounidense "Wine Enthusiast", que incluyó nueve vinos portugueses en su selección de 2013 de los 100 mejores caldos para guardar en la bodega y disfrutar de ellos dentro de unos años. Cinco de ellos eran vinos de Oporto.

Sin embargo, Vale considera que el potencial del vino portugués es aún mayor y que "es necesaria una inversión más fuerte en comunicación para que pueda llegar a un público más amplio".

Luis Ramos cree que el problema está en el corazón del sector. "Lo que falta, sobre todo, son más productores 100 % profesionales, que además de hacer vino sepan qué tipo de producto hacer y cómo venderlo", explica.

Lo que sí tiene Portugal es lo más importante: la materia prima. Los portugueses creen en el alma de sus vinos y en su capacidad de descubrir nuevos sabores y aromas a los paladares más exigentes del mundo, y se están esforzando por demostrarlo.

El dios Baco estaría satisfecho del largo camino recorrido por los productores de vino portugueses desde que aquellas primeras viñas fueron plantadas en el valle del

Dao.



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