Las familias productoras de uva y derivados (vino) del municipio de Luribay, de la provincia Loayza del departamento La Paz, apuestan por la producción artesanal para posicionarse en el mercado.
"No queremos salir de lo artesanal porque es calidad. Queremos producir calidad, no cantidad”, dijo Omar Apaza, uno de los técnicos que apoya la producción vitivinícola en el valle paceño de Luribay
Productores de frutas de este municipio, junto a Sapahaqui, Cairoma, Yaco y Malla, comercializaron ayer en la plaza Villarroel manzanas, duraznos, peras y uvas como un potencial de esta región del valle paceño.
Pero además mostraron la capacidad de la elaboración de los derivados, como los jugos de frutas, mermeladas, vinos y singanis como una opción en el mercado boliviano.
Según Rubén Roque, técnico de la Gobernación, hace dos años que los cinco municipios, en el marco del Proyecto de Desarrollo Frutícola en la provincia Loayza, tienen asistencia para fortalecer la producción de durazno, uva, manzana y chirimoya y su posterior transformación.
Respecto a la producción vitivinícola en Luribay, Apaza señaló que como parte del posicionamiento se trabaja bajo el concepto de "vino con historia”, ya que en la zona hay bodegas antiguas que pertenecieron a los hacendados, ése es el caso de la bodega Peña Colorada. "Tenemos bodegas que en su mayoría son de barro, de roble y otras de estaño”, refirió Apaza.
Actualmente, el 100% de los habitantes de Luribay se dedica a la producción de la uva; de ellos el 30% también trabaja en su transformación. Como una muestra de la riqueza productiva de la uva y sus derivados, este 15 de abril Luribay alista una feria para que la gente visite las bodegas antiguas y disfrute de la estadía en el lugar.
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