Contrariamente al criterio bastante arraigado de que los mejores vinos son los añejos, el catador y experto en el tema, Ramón Freixa, asegura que lo mejor es beber los vinos que son producto de la vendimia (cosecha y elaboración) del mismo año. Para conseguir un vino añejo que realmente conserve su buena calidad hay que llegar a distribuidores que tienen el cuidado de conservarlos en las temperaturas adecuadas y hay que buscar los que hayan estado en un tonel de roble unos dos años, estos especialmente son vinos de alta gama y de marca.
Para Freixa la temperatura adecuada es fundamental para la conservación de un vino y en nuestra ciudad es necesario tener ciertas precauciones al momento de comprar uno, debido al clima cálido.
No es bueno comprar botellas de vino para guardarlas en la despensa por mucho tiempo; lo mejor es comprarlas para consumirlas durante ese mismo día o la semana. Al llegar hay que guardarlos en la heladera en la parte de las verduras y mucho mejor si uno tiene en casa un frizzer que esté a 14 grados centígrados, tratándose de los tintos, pero los rosas y los blancos tienen que estar entre 8 y 10 grados.
Freixa también habla de los vinos que son de preferencia de las mujeres como los rosados, los blancos y los dulces. Dice que ellas prefieren los aromáticos, los que saben a frutas.
Para Freixa saborear un vino es todo un arte y uno tiene que estar con todos los sentidos puestos, para sentir su aroma, paladear su textura, degustar su sabor y apreciar su color. Para ello además tienen que ser presentados en una hermosa copa de vidrio transparente.
“La experiencia de disfrutar un vino, requiere de sobriedad”, sostiene.
También hay que guardar la costumbre del maridaje. Los pescados se acompañan con un buen vino blanco, el sushi se disfruta más con vinos rosados y las carnes con vinos tintos, recomienda Freixa
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