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martes, 3 de enero de 2017

Killa, Bolivia tendrá su primer whisky andino en 2017

Se trata de una bebida destilada que guarda el misterio de la época de la prohibición del alcohol en Estados Unidos (1920-1933). Un par de jóvenes emprendedores bolivianos decidieron rescatar este origen afincado en ese placer de lo que una vez fue clandestino y apostar por la elaboración de un whisky a base de chicha. Su nombre es Killa Andean Moonshine.

Esta bebida, que saldrá al mercado nacional en enero de 2017, es un tipo de whisky denominado Moonshine, en español "luz de luna”, porque era durante la noche y en medio de la oscuridad, alumbrada por el reflejo del sol en este satélite terrestre, que se elaboraba esta bebida.

Esta bebida es una elaboración de maíz cuyas características principales son: tener poco o nada de maceración y una graduación alcohólica elevada, según explican los creadores de Killa.
Este whisky boliviano se queda con esa elaboración tan representativa de hacer el Moonshine, pero traslada su esencia al mundo andino, de ahí surge su nombre Killa, que significa "luna” en quechua.

"Nosotros estamos partiendo de esta elaboración, pero le damos un toque andino a partir de la chicha, que igual es una bebida de maíz fermentado que hacemos con una receta moderna y la destilamos siguiendo el proceso que se emplea para obtener el (whisky) Moonshine. Hacemos un producto con una esencia muy artesanal”, detalla el socio Fernando Marin Salinas, de 25 años.

Para lograrlo, Marin, licenciado en Creación y Desarrollo de Empresas, y su socio Felipe Gonzales-Quint, egresado de Arquitectura, fundaron Andean Culture Distillery, una destilería ubicada en la calle Murillo, en el epicentro de la vida turística de la ciudad.

En unos pocos metros cuadrados, la destilería es un espacio con mucha personalidad que sigue las normas del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).

Por fuera se parece más un almacén o depósito, una imagen proyectada con toda la intención de evocar aquellos años de la "ley seca” americana. Es una reminiscencia de los locales que, disfrazados de verdulerías, tiendas de abarrotes y demás, eran los conocidos bares speakeasy, o clandestinos, en donde se vendía alcohol de forma ilegal.

"Partimos de la definición internacional del whisky que señala que es cualquier destilado de grano que pasa por un proceso de destilación simple, no necesariamente tiene que ser añejo”, añade Marin.

Un sabor diferente

Killa es una bebida cristalin; si es consumida pura, resulta algo fuerte, quien haya tomado aguardiente puede encontrar alguna coincidencia, pero sin experimentar sus sentidos abrumados. El sabor predominante es el maíz, a pesar de tener 40% de alcohol, es sutil y agradable de degustar, tiene toques muy refrescantes.

"Me sabe a whisky, pero no con la base de uno que conozca; va más allá de la madera y se siente un toque de los granos y la chicha, por supuesto tiene una identidad muy artesanal”, explica Gonzales-Quint, de 24 años.

Aunque no posee el sabor "amaderado” del whisky añejo, tiene un sabor versátil, algo que ha sido explorado y está siendo revalorizado para la coctelería en diferentes países del mundo.


El proceso de elaboración inicia pesando la malta y el maíz, posteriormente se mezcla todo con agua caliente y se hace como una lagua -según explican- a la que se añade, poco a poco, la malta mientras se mantienen temperaturas específicas.
El almidón del maíz y la malta se convierte en azúcar; "al hacer eso nosotros eliminamos el proceso de masticar el maíz para obtener la chicha como lo hacían los incas” detalla Marin.

El mosto obtenido se fermenta durante cinco días, logrando como resultado chicha sin filtrar. A partir de ese momento comienza el proceso de destilación. De la primera sale un alcohol no potable, posteriormente se realiza otro proceso intenso de destilación con una serie de etapas.

Finalmente, cuando se logra la concentración deseada se la diluye con agua -de una planta de tratamiento de siete pasos- hasta llegar a una graduación alcohólica de 40%. El proceso, de inicio a fin, dura alrededor de ocho días, después de este tiempo está listo para ser consumido.

La presentación

Killa Andean Moonshine tiene dos presentaciones: una sobaquera de 250 y otra de 750 mililitros. La bebida ya ha sido probada en coctelería y según explica Gonzales-Quint cualquier cítrico le va muy bien; se ha probado en chuflay, reemplazando el singani, y el resultado ha sido excelente.
El futuro de esta bebida, para ambos socios, es hacer whisky con otros granos andinos como la quinua, el amaranto y la cañahua; luego hacer una mezcla con ellos, empezar a añejar esa bebida.

"Si en el mundo existen variedades famosas como el whisky escocés o el bourbon nosotros queremos crear el denominativo de ‘whisky andino’, algo que nadie ha hecho”, finaliza Marin.



Sobre el whisky y el emprendimiento de Andean Culture Distillery

Precio La botella de 250 mililitros de Killa cuesta 60 bolivianos y la de 750 mililitros tiene un precio de 150 bolivianos. Para saber más de este whisky puede visitar su página en Facebook: Killa Andean Moonshine.
Producción Andean Culture Distillery tiene una capacidad de producción de 400 litros al mes, esto significa alrededor de 500 botellas de 750 mililitros.
Ingredientes El maíz y la malta utilizados para la elaboración de Killa son bolivianos, el único insumo extranjero es la levadura, importada de Bélgica.
Tours Entre los planes de Andean Culture Distillery para el 2017 figuran implementar tours en la destilería para que las personas conozcan cómo se hace el primer whisky andino estilo Moonshine.


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