El té blanco proviene de una planta llamada Camellia sinensis, originaria de las altas montañas de la provincia de Fujian, en China, cuyos brotes y hojas se aprovechan para elaborar la infusión. Expertos aseguran que este té tiene muchos más beneficios que incluso el verde, que hasta ahora había sido conocido por sus múltiples beneficios para el organismo. El té blanco contiene tres veces más polifenoles (un antioxidante muy potente que ayuda a aumentar nuestras defensas y colabora en la lucha contra los radicales libres) que su compañero el verde, sirve para aumentar las defensas, combatir el envejecimiento celular y prevenir el cáncer.
También protege contra las caries dentales gracias a su riqueza en flúor, combate la fatiga física y mental, aumenta la capacidad de concentración y memoria y, además, tiene la mitad de cafeína que el té verde, por lo cual está más recomendado para las personas nerviosas. Es incluso ideal para dietas antiobesidad ya que no tiene calorías, tiene un sabor muy agradable, aumenta la energía, es suavemente diurético y favorece la eliminación de grasas; y, como si esto no fuese poco, es un buen aliado ante enfermedades cardiovasculares ya que baja los niveles del colesterol LDL (el malo) y de triglicéridos./esteticaysalud.com
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