Alrededor de 20 personas pudieron degustar la bebida, acompañada de un menú fabuloso de cinco platos para cada uno de los distintos vinos, hasta llegar al icónico de Los Boldos, el Grand Cru, de seis años.
Fue un auténtico viaje de sabores dirigido por la enóloga chilena Sandra Lelas. El encuentro de sabores fue en Michelangelo, donde los buenos comentarios no se hicieron esperar
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