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domingo, 26 de febrero de 2017

Productores de los Cintis piden cuidar la identidad del singani



El singani, bebida boliviana, cuyo origen se remonta a la época de la colonia en la comunidad de Uruchini, San Lucas, Chuquisaca, corre el riesgo de ser usurpado por otros países, según advirtieron productores de los Cintis, por lo que exigieron a las autoridades proteger con una ley nacional y promocionar el nombre a nivel mundial.

A través de una ley departamental, promulgada el 25 de febrero de 2011, el nombre del singani fue declarado patrimonio cultural de los Cintis, instrumento que coadyuvó a poner en valor este producto, aunque no en la dimensión que se esperaba, según manifestaron los productores en el acto de conmemoración que se realizó el viernes en el municipio de San Lucas.

El gerente general de singani San Pedro, Denis Ramírez, advirtió que Chile pretende adueñarse del singani, por lo que pidió a las autoridades nacionales promulgar una ley nacional para proteger y promocionar esta bebida alcohólica que fue inventada, según el historiador cinteño Benjamín Aramayo en1580, en la comunidad de Uruchini.

“Chile está anotando el nombre del singani con z para quitarnos ese nombre y Bolivia tiene que defender eso. El singani es boliviano, es nuestra bebida emblemática como lo es el tequila para México y el pisco para el Perú”, señaló Ramírez.

LA DEMOSTRACIÓN

En el acto que se realizó el viernes en la plaza de San Lucas, los productores de la vid instalaron dos k’onchanas en las que destilaron el singani y explicaron a los visitantes todo el proceso de elaboración artesanal.

“Una vez que recogemos la uva, la pisamos y le quitamos su escobajo para que no sea agrio, luego la hacemos fermentar en cántaros durante tres semanas. Para destilar, encendemos la k’onchana que es como un horno de barro, ahí dentro tiene una paila y una arandela donde vaciamos la uva fermentada, y por un tubo que se enfría por fuera sale el singani”, explicó el productor de la comunidad de Sunch’u Pampa, Santiago Machuca.

En mayo de 2016, la Asamblea Departamental promulgó la ley declarando a la k'onchana Patrimonio Cultural, Histórico, Tecnológico y Tangible de la región.


sábado, 25 de febrero de 2017

Municipio de San Lucas da tareas al festejar ley de la cuna del singani


LEY 011 (ART. 5)

1. Preservar y difundir el origen del nombre de Singani, que proviene de los Cintis, Chuquisaca, velando porque se respeten sus raíces.

2. Gestionar y promover planes, programas y proyectos concurrentes que promuevan la reactivación vitivinícola de los Cintis como fomento a la actividad económica productiva de la zona.

3. Desarrollar y fomentar el turismo por ser producto transversal de la identidad cultural.

A seis años de la promulgación de la Ley departamental N° 011, el municipio de San Lucas reivindicó la declaratoria del nombre del singani como patrimonio cultural de los Cintis y del departamento de Chuquisaca con origen en la comunidad de Uruchini. Productores reprocharon a las autoridades la falta de proyectos de desarrollo.

En un acto en la plaza central de San Lucas, donde participaron autoridades locales y departamentales, todos coincidieron en enfatizar que el singani, nombre genérico del destilado de la uva moscatel de Alejandría, tiene origen en la región de los Cintis, antes provincias Pilaya y Pascaya de Chuquisaca.

La denominación singani proviene de la palabra aymara/quechua siwingani, compuesta por el sustantivo siwinga, nombre de una planta que abunda en la zona, y el sufijo ni, indicativo de abundancia, con cuyo nombre se conocía una antigua hacienda ubicada en las riberas del río Uruchini del actual municipio de San Lucas, donde se originó la destilación de este aguardiente en la k’onchana, un fogón construido con adobe.

“Allá por 1580, a don José María Barriga, que hizo su pequeña viña allí, en Uruchini, se le ocurrió decir la palabra singani y le puso ese nombre a su pequeña parcela”, señaló el historiador Benjamín Aramayo.

La promulgación de la ley de declaratoria del nombre del singani como patrimonio cultural de los Cintis y del departamento de Chuquisaca, el 25 de febrero de 2011, según los productores de la vid, ayudó para hacer conocer el origen del singani, sin embargo lamentaron que durante estos años, la Gobernación no haya contribuido en el área de producción y menos en la construcción de una carretera para sacar sus productos al mercado.

“No sé cuántas mentiras hablaremos en estos discursos, pero de todas maneras tenemos que decirlo, ojalá algunas de esas se cumplan, que no se queden simplemente en promesas, el camino tan anhelado, la comunidad (Uruchini) y el municipio para que se vuelva zona turística se está retrasando bastante, yo creo que el tema económico es importante, nosotros reconocemos esa parte, en el tema de producción también nos falta, pero seguimos adelante, seguimos poniendo el hombro año tras año¨, reclamó el productor de Uruchini Mario Ávila.

El cañón de San Lucas, donde se produce la vid de la variedad moscatel de Alejandría, para el singani, particularmente en la comunidad de Uruchini, se encuentra a unos 110 kilómetros de San Lucas por un camino en precarias condiciones; según los comunarios, con la construcción de una carretera más directa, se podría reducir la distancia a unos 50 kilómetros.

¨Me siento muy contento de haber contribuido a que esto sea posible (promulgación de la ley departamental), pero también me siento muy frustrado porque justamente cuando estábamos preparando el expediente con la Asamblea Legislativa allá en San Pedro, el 2011, habíamos diseñado cómo se iba a sancionar la ley y habíamos puesto que no era solamente importante tener el nombre de la declaratoria, era también importante qué íbamos a hacer para defender, promocionar y desarrollar nuestro singani, y precisamente en el artículo 5 señala que se iba a dotar de recursos para todos los proyectos concurrentes relativos a la ley del singani, han transcurrido seis años y no se ha presentado un solo proyecto para que se pueda disponer de recursos de la Gobernación¨, señaló el proyectista de la ley, Guillermo Cardona.

En respuesta a los reclamos de los productores, la secretaria de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Lucrecia Tolaba, señaló que esa institución ejecutó varios proyectos de apoyo, entre ellos, la promoción del singani en la Feria Internacional del G77+ China y la dotación de plantines de vid.

“Antes, nadie se acordaba ni siquiera de sacar una ley, tampoco se preocupaban si producía o no la uva”, refutó Tolaba.

A su turno, el alcalde de San Lucas, Zenón Aiza, comprometió que una vez que se concluya la carretera a Uruchini, la feria y la celebración de la Ley de declaratoria del Singani como Patrimonio Cultural de los Cintis se realizará en la comunidad (Uruchini) donde nació el singani.

“El trabajo no sólo está en las autoridades, el trabajo está en cada uno de nosotros para seguir promocionando. Si antes, como decía la compañera Lucrecia, nadie se echaba de menos de este producto, hoy ya teniendo una ley departamental, ahí tenemos tareas, mejorar la vinculación caminera y todo lo demás para seguir trabajando”, señaló.

LA DEMOSTRACIÓN

En la feria de la vid y celebración de la declaratoria del nombre del singani como patrimonio cultural de los Cintis que se realizó ayer, en la plaza de San Lucas, los productores instalaron dos k’onchanas en las que destilaron el singani y explicaron a los visitantes todo el proceso de elaboración.



viernes, 17 de febrero de 2017

Rum Lemonade

INGREDIENTES

•1 taza de ron blanco

•3 tazas de limonada

•Hojas de menta

•Hielo



PREPARACIÓN

En un recipiente, colocar el ron y varias hojas de menta, ATriturarlas levemente y añadir la limonada.Mezclar

Servir en vasos cortos ¡y a disfrutar!

jueves, 16 de febrero de 2017

Caipirinha

INGREDIENTES

•3 cucharadas de azúcar

•3 oz de cachaça

•½ limón cortado en cuatro

•Hielo a gusto

Preparación

Colocar cuatro gajos de limón en un vaso corto, agregar dos cucharadas de azúcar y machacar con un mortero.

Añadir hielo y la cachaça. Mezclar y disfrutar.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Api y buñuelos

El apí –bebida elaborada con base en granos de maíz molido morado y amarillo– forma parte de la rica gastronomía orureña, que se consume habitualmente acompañado con buñuelos y pasteles de gran tamaño, característico de Oruro.

El color del preparado le da el maíz que se utiliza, morado o amarillo, que muchas veces es servido mezclado. La harina de maíz se hace cocer en agua con algunos tallos de canela a la que luego se agrega azúcar a gusto.

martes, 14 de febrero de 2017

Vinos de altura, ¿los más sanos?



Mucho se conoce de los beneficios del vino para la salud, pero una investigación científica efectuada en Tarija, Chuquisaca y La Paz comprobó, en una primera fase, que los vinos elaborados con uva cultivada en la altura pueden ser más saludables gracias a que la radiación solar ultravioleta produce en el fruto niveles mayores de unas sustancias antioxidantes llamadas polifenoles. Una de esas moléculas, el resveratrol, cuyas propiedades anticancerosas son estudiadas en el mundo desde hace una década, fue hallada en importantes cantidades.

El impulsor del estudio es Marco Taquichiri, jefe del departamento de Física de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (Uajms) de Tarija, región vitivinícola nacional por excelencia. Más del 80 por ciento de los viñedos bolivianos se encuentran allí.

En conversación con Los Tiempos, el científico cuenta que la investigación comenzó hace 10 años, cuando su división empezó a medir la radiación solar en el valle tarijeño inicialmente como agente peligroso para el ser humano.

“Ahí surgió una pregunta en interacción con colegas sobre si los humanos y los animales para protegerse de la radiación ultravioleta lo que hacen es ponerse bajo sombra, qué es lo que hacen las plantas. Haciendo un poco de investigación, llegamos a obtener la información de que las plantas se defienden de la radiación ultravioleta produciendo unas sustancias que ayudan a absorber esa radiación, se protegen sintetizando moléculas que normalmente son orgánicas que permiten que las plantas no sufran daños”, explica.

El estudio

Al ser Tarija tierra de viñedos, la investigación en plantas se concentró en esos cultivos sometiéndolos a niveles altos de radiación. Sin embargo, además del valle central de Tarija, que se encuentra a 1.800 metros sobre el nivel del mar, se incluyeron parcelas en el valle de los Cintis a 2.400 (Chuquisaca) y el valle de Luribay (La Paz) a 2.800.

El objetivo fue investigar la influencia de la radiación ultravioleta solar en la presencia de compuestos fenólicos (polifenoles) y aromáticos en tres variedades de “vitis vinífera” para mejorar el posicionamiento de la producción de uvas y sus derivados en el mercado interno e internacional.

El departamento de Física de la Uajms consiguió inicialmente financiamiento para comprar un equipo de monitoreo de la radiación incidente en las viñas tarijeñas y, paralelamente, encontró que en la zona la radiación solar ultravioleta es bastante intensa. En la escala validada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que 2 o menos es baja radiación y más de 11 es extremadamente alta, el índice de radiación ultravioleta es de 11 y más en la zona estudiada.

“En verano, en la época de la cosecha, llegamos a tener valores de 16 en la escala de la radiación ultravioleta. Eso fue suficiente para justificar el trabajo de investigación que iniciamos. Nuestro trabajo se concentró en determinar la cantidad de polifenoles que fabrica la planta, en este caso la vid, para defenderse de esta agresión natural”, indica Taquichiri.

El mecanismo

El científico tarijeño explica que la enzima responsable de la síntesis de los polifenoles es muy sensible a la radiación ultravioleta. Eso quiere decir que la vid, y seguramente las demás plantas, reaccionan de una manera similar ante los fuertes rayos solares.

“Los polifenoles son compuestos protectores de la vid y nos hemos concentrado en estudiar la cantidad de éstos, y en particular uno que nos ha llamado la atención, que es el resveratrol, que es un polifenol llamado el elixir de la juventud”, dice Taquichiri.

Este poderoso antioxidante natural, presente en la piel de las uvas, se sintetiza en función de la cantidad de radiación ultravioleta que recibe.

Áreas de investigación

Tarija tiene los viñedos más altos del mundo en similitud con las viñas de Luribay que están rondando los 2.800 metros sobre el nivel del mar. El estudio se concentró en las viñas del valle central de Tarija que están a 1.800 metros sobre el nivel del mar, las viñas de Camargo que están a 1.400 las viñas de Luribay y de Cotagaita que están bordeando los 3 mil.

Salta en Argentina —indica Taquichiri— tiene viñas a casi 1.800 metros sobre el nivel del mar, siendo éstos los mas altos en elevación.

“Los bolivianos tenemos la suerte de vivir en montañas donde los viñedos se defienden de la agresión de esta natural intensidad en la radiación ultravioleta, produciendo estos polifenoles que son beneficiosos a la salud humana. Nuestro trabajo se concentró, bajo estas justificaciones e hipótesis, en cuantificar la cantidad de polifenoles totales y resveratrol presentes en las uvas y en que luego del proceso de vinificación pasan al vino”, explica.

Los resultados de las mediciones de resveratrol, añade, han sido tan sorprendentes que en algunas muestras se han encontrado valores de casi 10 veces la cantidad de resveratrol en los vinos bolivianos comparados con vinos de otros países como ser argentinos y chilenos.

De esta forma, los científicos de la Uajms se han concentrado en trabajar el concepto de vino de altura y sus beneficios para la salud, ofreciendo un valor agregado muy fuerte para la producción de vinos bolivianos para exportación.



MÁS MEDICIONES

El Jefe del departamento de Física de la Uajms afirma que aunque en las primeras mediciones se ha encontrado que los vinos bolivianos tienen entre ocho y 10 veces más la cantidad de resveretrol que en vinos de zonas bajas, se trata de los primeros resultados que deben ser reconfirmados.

“Como científicos, nos vemos en la obligación de realizar muchas veces más mediciones y no sólo en una sola temporada, sino más bien en varias temporadas agrícolas”, dice.

El investigador y su equipo además decidieron estudiar otra bebida emblemática boliviana, el singani.

“Bolivia tiene los viñedos más altos del mundo y, en principio, estamos en condiciones de presentar investigación de vanguardia (…) Nuestras proyecciones se centran en realizar mayores investigaciones, indagaciones sobre la particularidad de los aromas en nuestros vinos y en nuestros singanis bolivianos”, agrega Marco Taquichiri.



EL EXPERIMENTO EN VIÑEDOS

Las pruebas principales de la investigación se llevaron a cabo en el Centro Nacional Vitivinícola de Tarija. También fueron utilizadas viñas de casas vitivinícolas.

Los investigadores tomaron una misma variedad vinífera y la expusieron a la radiación solar entre grupos: sin protección, con malla antigranizo que atenuó el 20 por ciento de la radicación solar ultravioleta y con un filtro más grueso que atenuó el 60 por ciento.

Se realizó este procedimiento para verificar si, evidentemente, la uva y el vino que se produce de la misma variedad, pero con niveles de atenuación distintos, tienen la misma cantidad de polifenoles.

“Nuestros resultados han sido sorprendentes porque las uvas que han estado sometidas a un nivel de atenuación media como es la malla antigranizo han resultado tener valores interesantemente elevados en resveratrol”, explicó Taquichiri.

Las mediciones de las moléculas fueron hechas en el Instituto Nacional de Vitivinicultura en Mendoza, Argentina, y en el laboratorio de Química de los Alimentos de la UMSA en La Paz.

La cantidad de resveratrol, según los hallazgos, es mayor en la uva expuesta a la radiación solar con cobertura de malla antigranizo. “Como físicos. podríamos asegurar de que el efecto de dispersión de la radiación solar por la malla ayuda y en principio algún colega sugirió que la intensidad de la radiación directa es tan intensa que llega a saturar la cantidad de polifenoles presentes. Pero esa es una hipótesis que necesita ser verificada”, indicó Taquichiri.

El resultado, por lo tanto, mostraría que las uvas con semiatenuación en principio sintetizan en mayor cantidad el resveratrol presente en la uva. La cantidad del compuesto en la misma uva con cobertura del filtro grueso tenía un rendimiento de resveratrol disminuido.


miércoles, 8 de febrero de 2017

UN WHISKY BLANCO, UN “GIN” Y UN VODKA SON PARTE DE LOS NUEVOS DESTILADOS DE ALTURA QUE SE PRODUCEN EN EL PAÍS

El concepto de “Kilómetro cero” (usar sólo ingredientes locales), introducido en el país por el restaurante Gustu, ha llegado a la creciente industria de destilados bolivianos.

Si hace un par de años entraban al mercado nacional el primer vodka (1825 Vodka) y ginebra (La República), este año es el turno del primer whisky de altura que se produce en Bolivia. Este whisky blanco se llama Killa y ya forma parte de este movimiento innovador empresarial, que revaloriza la materia prima, los ingredientes y el talento bolivianos.

Los tres destilados de altura, que se encuentran en nuestro mercado, e incluso se exportan, tienen varios puntos en común. El principal, son productos con mucha calidad, hechos totalmente con ingredientes nacionales y son resultado de la visión e ingenio de jóvenes emprendedores.



EN LAS ALTURAS

Como parte de su reciente introducción al mercado, el whisky Killa ofrece tours por su destilería, ubicada en uno de los lugares más turísticos de La Paz, detrás de la iglesia de San Francisco. Mientras, la destilería de la ginebra La República, acaba de mudarse a la zona de Achumani en la ciudad maravilla y por su parte, 1825 Vodka continúa en un barrio de la ciudad de El Alto.

Parte del encanto de Killa está en su historia, los creadores de la bebida Fernando Marin Salinas y Felipe Gonzales-Quint, son amigos “de toda la vida”, como ellos mismos cuentan, y una vez, cuando aún estaban en colegio, fueron a una fiesta llevando una botella de una bebida aleatoria, entonces le quitaron la etiqueta y todos sus amigos pensaron que ellos la habían elaborado, esto los llevó a preguntarse ¿cómo se hacía el alcohol?, y un tiempo después crearon Andean Culture Destillery, cuyo principal producto es Killa.

En el caso de la ginebra La República, es la concreción de un sueño gestado por el español Joan Carbó y el empresario boliviano Daniel Lonsdale, de Master Blends. Mientras que, 1825 Vodka, pertenece a Innovación de Bebidas (Innobe), una empresa fundada por Gabriel Ágreda Nogales y Leonardo Diab Linale, quienes, tras una serie de cursos de capacitación en Chile, Estados Unidos y Alemania, y por lo menos dos años de experimentación, dieron con la fórmula ideal.





WHISKY KILLA

Killa (luna en quechua) es un tipo de whisky que no se añeja, es de maíz y originalmente surgió en la época de la ley seca en Estados Unidos, según cuenta Fernando Marin Salinas, uno de sus creadores. Entonces, estamos hablando de una especie “moonshine” (luz de luna), porque se lo destilaba bajo la luz de la luna ya que era ilegal en los años 20, entonces se creó toda una industria en torno a esa bebida.

“Nosotros hemos querido tomar ese concepto y volverlo andino. Partimos usando maíz, malta y levadura es lo que se necesita para hacer alcohol. Toda la materia prima es nacional, la malta se trae de Sucre, nuestro interés es usar siempre materia prima local”, explica Marin Salinas.

Killa en realidad, es una receta moderna de chicha destilada. Uno de sus creadores Felipe Gonzales-Quint, fue parte del equipo de 1825 Vodka, donde adquirió experiencia.

“También queremos usar otros granos como la quínoa o la cañawa. Este es el punto de inicio. Este whisky no se añeja y estamos tratando de cambiar el concepto de whisky, porque existen muchos tipos y los más comunes son solo de un tipo”, cuenta Marin Salinas.



El responsable de la combinación de ingredientes y texturas de esta ginebra boliviana.
Claudia Eid y 1825 vodka

GINEBRA LA REPÚBLICA

El “gin” La República se lanzó oficialmente al mercado el año 2014 y actualmente se exporta a tres países, Perú, Chile y México. Este año existe la posibilidad de ampliar su mercado internacional, según cuenta uno de sus propietarios, Daniel Lonsdale, Gerente General de Master Blends.

El responsable de la combinación de ingredientes y texturas de esta ginebra boliviana, es el catalán Joan Carbó, quien ha trabajado en el área de bebidas de restaurantes tan prestigiosos como Gustu en La Paz y el Celler de Can Roca en Girona, España.

La ginebra está hecha a base de una baya llamada enebro, La República tiene dos variedades la andina y la amazónica.

“Normalmente el ‘gin’ lleva alrededor de 15 ingredientes dependiendo de la complejidad del mismo. Los más clásicos tienen menos ingredientes. La República tiene como 16 ingredientes”, explica Lonsdale.

Este “gin” andino utiliza ingredientes regionales. Una botella cuesta alrededor de 130 bs. y se distribuye en toda Bolivia.



La singularidad de 1825 Vodka, sometido a una triple destilación.
Claudia Eid y 1825 vodka

1825 VODKA

1825 Vodka, obtuvo dos medallas de plata en el “San Francisco World Spirits Competition” (SFWSC) y en el “International Spirits Challenge”, en septiembre del año pasado.

La singularidad de 1825 Vodka, sometido a una triple destilación, según información brindada por la empresa, radica también en sus ingredientes únicos, que convierten a esta bebida en un producto de alta nobleza. El trigo cultivado y cosechado en la amazonia boliviana, el agua que se obtiene del deshielo de la Cordillera de los Andes y el proceso de tridestilación mediante alambiques de cobre dan como resultado un destilado premium.

Este vodka boliviano, se produce al 100% a partir de un único grano de trigo amazónico de cultivado propio.

Los creadores del vodka explican que en realidad ya la mayoría de las empresas ha dejado de utilizar la papa como materia prima para el vodka, por ser un producto muy complicado de procesar y opta por cereales, como el trigo que tiene características de mayor limpieza y menos toxicidad.

Se lo puede encontrar en los mejores restaurantes y bares del país, además de supermercados.

Bodegueros piden ajustar controles de los productos de contrabando

De acuerdo con datos extraoficiales que manejan los bodegueros, se calcula que en el mercado hay cerca de 7 millones de botellas de vino procedentes del contrabando, lo cual genera una pérdida millonaria en ventas para los productores nacionales.



Para la Asociación de Bodegueros de los Cintis (ASOBOC), la prohibición de importar uva de Argentina y Chile, determinada por el Gobierno boliviano como una medida de protección a la producción nacional, es acertada, pero amerita también ajustar los controles en las fronteras para evitar el contrabando.

El presidente de la Asociación de Bodegueros de los Cintis (ASOBOC), Renato Mendoza Yokich, indicó a CAPITALES que la prohibición de importar uva de esos dos países se ampara en el artículo 17 de la Ley 774 de Promoción de Uva, Singanis y Vinos de Altura Bolivianos, que prevé medidas de protección para la producción de la vid.

Dijo que esta norma fomenta el uso de uvas nacionales para el consumo y la transformación en vino y singani, de tal forma que se garantiza la venta de la producción de miles de familias dedicadas a la viticultura y, además, el pago de un precio justo.

El mosto de la uva

Sin embargo, Mendoza aclaró que la medida no cita al mosto de la uva (zumo exprimido de la uva, antes de fermentar y hacerse vino) que se usa para el procesamiento de la bebidavino, que también ingresa al país perjudicando a los productores de uva de los Cintis, a los que no se les paga el precio justo pues prefieren comprar la materia prima de contrabando, de la que se desconoce su procedencia y calidad.

“Esto va en desmedro de la producción nacional y evita el fortalecimiento de los viñedos establecidos y la ampliación de nuevas áreas. Además, exigimos que las instrucciones de frontera y los operadores de control locales ejerzan su función y sean los encargados de dar cumplimiento a esta medida”, añadió.

Su sector está convencido de que la prohibición es acertada, convertirse en una política nacional sostenible con el tiempo. “Esperamos que no sea una medida contestaría, a raíz de los últimos acontecimientos en Argentina”, manifestó.

El contrabando

El contrabando es la forma más usada de importación de uvas y de vinos, lo que implica que ingresan sin análisis de calidad ni procedencia. Esto provoca una competencia desleal con la producción nacional, que está legalmente establecida en nuestro país y cumple con las normas nacionales y parámetros internacionales de calidad. Por lo tanto el contrabando provoca evasión de impuestos, fuga de capitales y desmedro a la producción boliviana.

De acuerdo con datos extraoficiales, se calcula que hay en el mercado cerca de 7 millones de botellas procedentes del contrabando, lo cual genera una pérdida millonaria en ventas para los productores nacionales, informó Mendoza a CAPITALES.

Más de 3.500 familias trabajan y dependen de la viticultura en el país. Este es su principal medio de subsistencia, por lo que el contrabando les perjudica; no solo impide su crecimiento, sino que genera un estancamiento y pérdidas porque, según la posición de los bodegueros bolivianos, los mercados están saturados con productos extranjeros que se venden a menor precio.

Actualmente se estima que existen 1.500 hectáreas de producción de uva en los Cintis, con un rendimiento promedio de 250 quintales por hectárea. Las variedades más cultivadas de uvas son: Moscatel de Alejandría (40%), Negra Misionera (25%), Negra Vischoqueña (30%) y uvas de mesa blanca, negra y rosada (5%).

“Si tomamos en cuenta una producción media de 400 quintales, estamos produciendo a nivel nacional arriba de 1,2 millones de uva al año. El 30% de la uva es destinada para el consumo interno como uva de mesa, el 70% es destinado a la transformación de vinos, jugo de uva y singanis”, explicó el Presidente de ASOBOC.

En la actualidad, el cultivo de la uva a nivel nacional sobrepasa las 3.000 hectáreas. El 85% de la producción vitivinícola está en manos de los pequeños productores del área rural. De esa producción, entre el 10 y el 15 por ciento sale como fruta fresca al mercado. Los vinos y la uva de los Cintis representan el 25% de la producción nacional.

Los mercados naturales del vino y uvas de los Cintis son Potosí, Sucre, Oruro, La Paz y el creciente mercado de Santa Cruz, que tiene predilección por los vinos de Camargo, dijo Mendoza.

Exportación

Actualmente, se exportan unas 15.000 unidades anuales de singani a España y Estados Unidos. Es solo el comienzo, se espera que ese número aumente en los próximos años.

“Estamos exportando muy poca uva y las mayores ganancias se generan por el movimiento del mercado interno, más de 120 millones de dólares solamente en uva, vinos y singanis”, comentó el Presidente de ASOBOC a este suplemento.

Asimismo, dijo que les preocupan las incipientes políticas de fomento a la exportación de productos derivados de la uva.

“Creemos que el Gobierno nacional debe centrarse en una política seria, viable y versátil para la exportación nacional, buscando mercados alternativos para incrementar la exportación de manera igualitaria, de acuerdo a la capacidad productiva de los productores grandes, medianos y chicos”, enfatizó.

Tienen la expectativa de incrementar las áreas de producción, con políticas municipales, y también piden que la Gobernación cumpla los compromisos de ampliación y mejoramiento de la producción a través de las viñas seguras, grandes, medianas y chicas.

“El fortalecimiento de la base productiva será el efecto multiplicador para el mejoramiento de la calidad de vida de las familias de los Cintis. Estamos seguros de que un vino de calidad está directamente relacionado con la calidad de la uva”, concluyó Mendoza.

De acuerdo con la determinación del Gobierno, la suspensión de la importación de uvas de Argentina y Chile comenzó el 27 de enero y se extenderá hasta el 27 de abril.

Reacciones en Argentina

Tras la decisión del Gobierno boliviano de prohibir la importación de uva de Argentina y Chile, se conocieron reacciones de la organización Bodegas de Argentina, que adelantó que impondría un recurso para suspender la medida, y de CONINAGRO, del mismo país, que comparó esta situación con las políticas de Donald Trump en Estados Unidos.

Carlos Iannizzotto, presidente de la Confederación Intercorporativa Agropecuaria (Coninagro), dijo a fines del mes pasado que, en sí misma, la medida boliviana no sería preocupante si fuera sólo una acción aislada. “Pero lamentablemente no es aislada, e indudablemente hay toda una ola de situaciones que están cambiando de paradigma; lo de Trump comienza a tener secuelas”, indicó el dirigente argentino.

En declaraciones a la Radio Mitre Mendoza, Juan Carlos Pina, director del Bodegas de Argentina, expresó, a fines del mes pasado: “El gobierno (de Bolivia) tomó una medida que en principio no se puede tomar, porque tanto Argentina como Bolivia y Chile somos miembros de la Organización Mundial del Comercio. Esa es una arbitraria discriminación que un país no puede tomar. Esto no hemos firmado y nos hemos confirmado a hacerlo, es una barrera al comercio, un simple decreto que dice el vino de ese país y de ese otro no entra”, afirmó.

En un principio, se difundió la noticia de que el Gobierno boliviano había prohibido la importación de uva y de vino. Luego, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) aclaró que las trabas solo abarcaban al ingreso de la uva.

“Nosotros desde Bodegas Argentinas nos comunicaremos formalmente, además de telefónicamente, con el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Porque es la cara visible que tiene la Cancillería Argentina en este sector. Como hemos hecho con otros problemas, nos comunicaremos con nuestro par chileno que es Vinos de Chile con quien tenemos relación desde hace años; y tomaremos las medidas que tengamos que tomar. Porque esta medida afecta a los dos países”, agregó Pina a Radio Mitre Mendoza.

Killa, ‘el primer whisky andino’



Inspirados en los tiempos en que producir y comercializar alcohol era ilegal en Estados Unidos, dos jóvenes crearon el Killa Andean Moonshine con el objetivo de posicionarlo como “el primer whisky andino” del país.

“El sueño empezó en 2009 y ahora es una realidad”, cuenta Felipe Marín, licenciado en Creación y Desarrollo de Empresas, quien junto a su socio, Felipe González-Quint, egresado de Arquitectura, fundó el 6 de junio de 2016 Andean Culture Distillery para tres meses después comenzar a comercializar la “luz de luna andina”.

El nombre de la bebida proviene del quechua killa (“luna”) y de las palabras inglesas andean (“andina”) y moonshine. Este último término significa “luz de luna”, pero también es el nombre dado por contrabandistas durante la prohibición en Estados Unidos (1920-1933) al alcohol destilado ilegalmente en las montañas, donde ejercían esa actividad ilícita en secreto, a la “luz de la luna”.

En Bolivia, “killa, la luna, es parte de la cultura andina y marca los ciclos de la siembra y la cosecha”, afirma González-Quint, de 24 años de edad.

Killa Andean Moonshine se fabrica en la destilería que ambos socios construyeron en la calle Murillo (La Paz) con una inversión próxima a los $us 30.000. El trabajo en el lugar comienza a las 08.00. El whisky se elabora con malta y maíz blanco, que primero es convertido en chicha y luego recibe un “tratamiento especial”, explica Marín, quien durante el proceso de destilado viste un mameluco de color naranja a modo de hacer una parodia de los traficantes de Breaking Bad.

Sin embargo, a diferencia de los fármacos ilícitos elaborados por los personajes de la serie de televisión estadounidense, el producto de Andean Culture Distillery es 100% legal, ya que este mes recibió la certificación del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria.

El producto final, cristalino, de aroma intenso y sabor agradable, es combinable con jugos, agua con gas y un sin fin de otras bebidas como las que se presentan en restaurantes exclusivos de la zona Sur paceña.

Marín, de 25 años, recuerda que producir el “whisky andino” no fue fácil. “En las oficinas donde se tramitan las licencias, permisos y demás no creen que un joven pueda hacer empresa. Creían que estábamos haciendo trabajos de la universidad”, lamenta.

Los socios esperan producir al menos 400 litros por mes cuando estén trabajando a su máxima capacidad y confían en estar ya exportando la bebida en al menos cinco años.

Precios del producto

La nueva bebida viene en dos presentaciones: una botella de 750 centímetros cúbicos (cc) que tiene un precio de Bs 170 y la sobaquera “para turistas” a Bs 60.

La destilería se abre al turismo de la urbe paceña

Por estar ubicada en el “corazón turístico” de La Paz, Andean Culture Distillery abrió sus instalaciones a los visitantes que quieran conocer y degustar su “whisky andino”. “El lugar donde hemos construido la destilería es una casa antigua. Nadie podría imaginarse que hay una en pleno centro paceño”, dice Fernando Marín.

La destilería, además del equipamiento diseñado por la propios socios, tiene en sus áreas de almacenamiento y producción detalles de la cultura boliviana, como una pizarra en forma de cruz andina. El anfitrión cuenta que desde el inicio de operaciones de la planta recibieron turistas de varios países, entre ellos algunos baristas.

“Ellos probaron la bebida y nos dieron una buena calificación. Incluso dejaron tarjetas personales para que luego les mandemos el whisky”, afirma. Los interesados en dar un paseo por la planta pueden llamar al 76558691, visitarla en la calle Murillo 826 o escribir en la cuenta de Facebook Andean Culture Distillery.




domingo, 5 de febrero de 2017

Video Bolivia aclara que no está prohibida la importación de vinos y singanis


Mauricio Ordoñez, director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), aclaró el lunes que la decisión del Gobierno en prohibir por 90 días el ingreso de uva de Argentina no aplica a vinos y singanis.

Explicó que la prohibición de la importación de uvas desde el vecino país se debe a que este año el sector vitivinícola boliviano tendrá una buena producción.

De acuerdo a las proyecciones, este año la cosecha de uva tendrá un incremento del 30% y garantiza el mercado nacional.

“Queremos proteger la producción nacional que se encuentra en el periodo de la vendimia, este año habrá una fuerte cosecha, se espera más de 55.000 toneladas de uva en los próximos 90 días”, informó Ordoñez.

El diario argentino Clarin, informó el lunes que Bolivia prohibió la importación de uva y vinos durante tres meses para proteger la producción local y apoyar al sector vitivinícola del país, y señaló que esta medida afectará los envíos de sus dos mayores proveedores en el rubro, Argentina y Chile.

Ante esta situación, Ordoñez aclaró que la medida asumida por el Gobierno solo corresponde a la restricción del ingreso de uva (fruta fresca), y no así a la importación de vinos y singanis.

“La importación de vinos y singanis no está prohibida, quiero aclarar este punto ante las notas de prensa que han estado circulando de la prohibición de estos productos, quienes importan pueden seguir haciéndolo”, aseguró el director del Senasag.